Energía, Minería e Infrastructura

Para lograr los objetivos climáticos establecidos en París, será necesario acelerar la transición energética. Sigue siendo necesario garantizar el acceso a una energía asequible, segura, fiable y sostenible. Pero para combatir el deterioro del clima, será necesario sustituir los combustibles fósiles por fuentes sostenibles y renovables. Esto requiere un cambio radical en la forma en que se genera, transporta, almacena, consume y ahorra energía.

La transición energética es probablemente el mayor desafío de nuestro tiempo; Es necesario revisar todo el ecosistema de oferta y demanda de energía. Existe una gran necesidad de agentes de cambio en el sector energético; líderes que puedan abordar eficazmente la complejidad, la imprevisibilidad, el desconocimiento y la velocidad con que se caracteriza la transición energética. Esto requiere un estilo de liderazgo que se base en un fuerte impulso y la capacidad de asumir riesgos tanto responsables como calculados, para convertir ideas creativas en proyectos innovadores concretos y procesos de cambio. Los líderes del mañana combinan visión, enfoque constante, conocimiento y decisión en las áreas de estrategia, innovación y gestión operativa.

A medida que la transición energética cobra impulso, queda claro que, si bien los desafíos son muchos, también lo son las oportunidades. Las empresas pueden y deben mirar hacia el crecimiento conjunto de nuevos mercados, respaldando su papel pionero con inversiones sólidas. Y como los objetivos de París ya corren el riesgo de no dar en el blanco, la urgencia está concentrando mentes y dinero como nunca antes.

Los servicios públicos alguna vez fueron administrados por partes únicas que eran operadores, productores y/o proveedores de redes regionales. Alentadas por la nueva legislación, las empresas se centran cada vez más en uno de estos nichos. Si bien el avance ecológico eliminará el predominio de las grandes centrales eléctricas, la red eléctrica debe cambiar radicalmente y rápidamente. El cambio se puede resumir como ‘3D’: Digitalización, Descentralización y Descarbonización. La red unidireccional será sustituida por un sistema que interconectará pequeños puntos de suministro, transportando electricidad en todas direcciones según la oferta y la demanda.

El sector del petróleo y el gas está acostumbrado a los altibajos de los ciclos económicos. Con una caída a largo plazo en la demanda de petróleo y gas, la próxima década podría ser muy diferente para estos mercados. El sector debe hacer un cambio de mentalidad para centrarse en el ser humano y con la tecnología desempeñando un papel subordinado. Esto es más fácil dicho que hecho. Las estrategias de talento de la mayoría de las empresas se basan en la “certeza” de personas con experiencia dentro del sector. Sin embargo, nuestra predicción es que la verdadera revolución estará dirigida por sangre nueva; por liderazgos con origen en otros sectores.

El cambio que necesitamos lo logrará un liderazgo con antecedentes diferentes. Un liderazgo más diverso y variado de lo que estamos acostumbrados. Nuevos ojos con una nueva perspectiva sobre el sector nos permitirán ver hasta dónde se puede extender el horizonte. Si sigues haciendo lo que siempre hiciste, con la misma gente, probablemente todo seguirá igual. Si queremos ir más allá; salir de nuestra zona de confort y pasar a la siguiente marcha, debemos elegir un liderazgo más inclusivo; Líderes que aportarán una nueva perspectiva.

Las empresas del sector de la ingeniería y la construcción sientan literalmente las bases de nuestra jerarquía de necesidades. El sector facilita el clima para todos los que viven y trabajan en la actualidad; la base de nuestro bienestar y prosperidad nacionales. Estos son tiempos emocionantes para el sector porque nos enfrentamos a una serie de desafíos complejos. Todo el entorno construido debe ser más sostenible y energéticamente eficiente. Esto implica alternativas más sostenibles a los combustibles fósiles, un uso más circular de las materias primas sin residuos ni contaminación.

El sector se encuentra en la encrucijada de un cambio de sistema. Los acontecimientos avanzan muy rápido. La digitalización, la innovación y los avances tecnológicos innovadores aceleran el cambio. Esto brinda amplias oportunidades para líderes ambiciosos que adopten la innovación destinada a agregar valor a la vida de las personas.

Las empresas mineras mundiales se enfrentan a una combinación de crecientes costos de energía y materias primas, caída de ganancias y precios volátiles de las materias primas. Es vital maximizar los retornos de las operaciones existentes a través de una mayor productividad y eficiencia, al mismo tiempo que se invierte para aumentar la efectividad operativa y reducir su huella ambiental.

Todo esto en medio de una creciente participación gubernamental, políticas de indigenización y mayores presiones regulatorias.

No obstante, las empresas mineras siguen siendo optimistas sobre las oportunidades en los mercados emergentes, a pesar de una grave escasez de habilidades en la mayoría de las geografías.

Amrop tiene la experiencia para identificar líderes de próxima generación que sean capaces de definir la dirección de las empresas mineras hoy y en el futuro.

Nuestro historial habla por sí solo: durante los últimos ocho años, Amrop ha realizado más de 250 tareas de búsqueda minera en todos los continentes. Más del 70% de nuestras asignaciones de búsqueda son a nivel directivo, director ejecutivo, C-Suite o técnico superior.

Un liderazgo sostenible y con visión de futuro es clave para un sector en constante cambio.

Desde la gestión de costos y el mantenimiento de la experiencia hasta la mejora de la confiabilidad y la solidez de la seguridad y, quizás lo más difícil, el restablecimiento de la confianza del público, los líderes nucleares tienen una batalla cuesta arriba.

El sector está maduro para enfoques de liderazgo que renueven el énfasis en el conocimiento, los comportamientos y las actitudes, más allá del simple cumplimiento de los requisitos reglamentarios.

La sostenibilidad a largo plazo de la industria también requiere la transferencia de experiencia a la próxima generación de líderes técnicos y funcionales, para construir organizaciones resilientes y preparadas para el futuro.